viernes, 22 de agosto de 2008

Nada de Encantamentos

Solo el Fantasma de la Opera.

No en pocas ocasiones hemos escuchado decir hoy, -“ las Ciencias adelantan que es una barbaridad”- Bien sabemos que el personaje de D. Hilarion fue uno de los que mas alto lo dijeron en la Verbena de la Paloma, ahora volvamos la mente atrás en el tiempo y pensemos en aquellos que no se formaban Castillos en el aire y otras muchas obras mas, las que dan fe de ellos hoy en día aunque solo sea con sus restos en los que quedaron sepultados todo lo bueno y lo no tan bueno de los que habitaron allí, no podemos decir lo mismo de aquellos sueños que tuvimos de pequeños y de mayores por que estos son como los Cuentos por que los Cuentos , cuentos son como los Mil y otros mas.
Estoy seguro de que no se lo que escribo, pero de ilusión también se vive, no con supersticiones, de cosas casos y de casas encantadas y llenas de fantasía de eso no, ¡ni pensar en Números o días de mala o buena suerte como en los juegos de azar!, esta es mi opinión y de esta nadie me sacara sin agradecer todo lo que el Cielo me haya premiado lo que tengo en buena estima y debo dar gracias con satisfacción.
Ahora nos vamos a internar no en Castillos, son en una de las muchas Cuevas que tenemos en nuestra querida España, de las que muchas se utilizan como viviendas y otras como almacenes de los productos de la cosecha y mas para conservar esos Caldos no de cultivo, no, de esos otros que se recogen de la Vid y que según va pasando el tiempo se van enriqueciendo en aroma y calidad, lo contrario que a las personas que según pasa el tiempo vamos perdiendo facultades.
Volvamos a los fantasmas de verdad, esto creo no es Cuento por lo que creo es verdad, parece ser que en cierto lugar de esos que tienen cuevas se paseaban por la Noche envuelto con sabanas Blancas y de ellas se llevaban el vino los que decían ser Fantasmas, aquí como en otras partes hay personas muy valientes y sin tener miedo a los encapuchados una buena noche decidió hacer guardia dentro de su Cueva esperando viniera el fantasma le dejo consiguiera su adjetivo ese es el momento diole bien de Palos repartidos por todo el cuerpo hasta el momento en el que dijo , vale ya no soy ningún fantasma soy tu vecino y todo lo estoy haciendo es para evitar que se estropee este Caldo, el dueño le premio dándole de palos a la vez que le decía toma Caldo.
No debemos tener miedo a nada ni a nadie.
Pequeño gigante

1 comentario:

Anónimo dijo...

Venancio, por bien que esté, como todo es mejorable, yo retocaría la primera parte, como te he dicho en el comentario anterior. Y especialmente entre "...que no se formaban Castillos en el aire..." y "...cuentos son como los Mil y otros mas."

Por lo demás, son dignos de elogio el caldo que se reparte y ,singularmente, la moraleja que se extrae. ¡Enhorabuena!

Tino Agus